Ejercicio Físico en la Esclerosis Múltiple

La práctica de la actividad física en la EM puede disminuir la gravedad de los síntomas tradicionales y aportar numerosos beneficios a la salud, el bienestar y la capacidad funcional. La investigación científica demuestra que los pacientes con EM que practican actividad física regularmente se sienten mejor física y mentalmente. La actividad física regular proporciona mejoras en diversas áreas de la aptitud física funcional, incluyendo la aptitud cardiorrespiratoria, la fuerza muscular, el equilibrio y la movilidad y flexibilidad. También se evidencia que la práctica de actividad física disminuye problemas de espasticidad, función intestinal y de vejiga, y puede reducir la depresión y la fatiga.

La EM es una enfermedad diversificada e impredecible, lo que dificulta la elaboración de un programa estándar de ejercicios. Cada paciente debe tener un plan de entrenamiento adecuado a su estado de salud, que debe ajustarse siempre que sea necesario. Se presentan algunos pasos para iniciar un programa de ejercicio:

PRIMER PASO. Antes de iniciar cualquier programa de entrenamiento para personas con EM, es necesario conocer su cuadro clínico. Deben considerarse aspectos como la gravedad de la enfermedad, el tipo de EM, la edad, los objetivos de tratamiento, el grado de funcionalidad y el estilo de vida.

SEGUNDO PASO. Verificar el historial de actividad física y las principales dificultades derivadas de la discapacidad. Información sobre la adaptación de ejercicios y las preferencias del individuo por algunas actividades específicas pueden influir en la adherencia al programa de entrenamiento y los resultados alcanzados.

POR ÚLTIMO. Resaltar la necesidad de evaluar la aptitud física y función motora. El establecimiento de parámetros de evaluación física es fundamental para planificar el ejercicio y seguir la evolución del paciente. El programa de ejercicio debe ser gradual y basado en las capacidades y preferencias de la persona.

Basado en la evidencia actual y la opinión de especialistas, la Sociedad Americana de Esclerosis Múltiple (2020) recomienda:

  • Los profesionales de la salud deben apoyar y promover los beneficios y la seguridad del ejercicio y estilos de vida físicamente activos para todas las personas con EM.
  • Se recomienda una evaluación inicial por un fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, profesional del ejercicio o del deporte, con experiencia en EM, para establecer un plan individualizado de ejercicio y/o un plan de actividad física asociado al estilo de vida.
  • Teniendo en cuenta las comorbilidades y fluctuaciones de los síntomas, los profesionales de salud deben incentivar la práctica de al menos 150 minutos por semana de ejercicio y/o actividad física asociada al estilo de vida.
  • El progreso hacia estos objetivos debe ser gradual, basado en las capacidades, preferencias y seguridad de la persona.
  • Si la discapacidad aumenta y el ejercicio/actividad física se convierte en un desafío, los especialistas son esenciales para garantizar prescripciones seguras y apropiadas.